Queridos, que ganas tenía de sentarme de nuevo a escribir y enseñaros una nueva receta. La Navidad siempre conlleva días ajetreados de un lado para el otro, y en mi caso me marché a pasar las fiestas con mi familia y mis amigos. Es cierto que cuando estás lejos, en muchos momentos necesitas el calor de los tuyos para que te arropen y te mimen un poco. La verdad es que en Barcelona siempre son días intensos y he estado un poco desconectada de las redes sociales, y por eso cuando me siento a escribir me gusta hacerlo desde la calma.
Ahora que por fin he vuelto a casa, estoy tranquila y relajada. Es cierto eso de que hasta que no te marchas de un lugar durante bastantes días, no valoras lo que tienes. En mi caso, siempre tengo que marchar para darme cuenta que éste es el lugar donde ahora mismo me siento bien.
Espero que hayáis disfrutado mucho en estos días y aprovecho para desearos un muy feliz año nuevo, que todos los propósitos que tengáis en vuestra mente sean para ser cada día un poquito más feliz!
También quiero contaros que estos días estoy preparando el proyecto que realizaré en Barcelona el primer fin de semana de Febrero junto con mi compañero Rubén. Debo deciros que estamos realmente ilusionados con la idea de poder transmitir buenos hábitos de vida en un entorno realmente privilegiado, en plena naturaleza. Nuestro objetivo es que la persona que quiera compartir esta experiencia con nosotros, se sienta relajado y en paz durante dos días.
Además me hace especial ilusión compartir esta nueva experiencia con mi compañero, y vuelvo a dar las gracias por todas las oportunidades que se presentan. Realmente nunca sabes como irá todo aquello que proyectes nuevamente y siempre existe el miedo a la decepción, pero lo que os puedo decir es que de todo lo que va apareciendo en tu vida, siempre tienes algo que aprender, algo que extraer. Y ya hace tiempo que me propuse entrar a puertas que se me abriesen nuevamente. Así es que, allá voy, con ilusión y con ganas de todo lo que venga!
Sobre todo, en este proyecto lo que queremos es que la persona que quiera participar, disfrute y viva el momento presente. Me encantaría de corazón que os animaseis a vivir esta bonita experiencia!
Ahora paso a contaros la receta que os traigo hoy. Me encanta cocinar hamburguesas vegetarianas y veganas para cualquier ocasión, son muy fáciles de preparar y muy completas a nivel nutricional. También son muy útiles para hacer cantidad, congelarlas y tener reserva en vuestro congelador. En este caso las he elaborado con uno de mis ingredientes estrella, el mijo. Es el único cereal que equilibra nuestro ph y es remineralizante. Aporta mucha energía al organismo y tonifica estómago y bazo, además no contiene gluten con lo que es muy beneficioso para los celíacos.
Es muy terapeútico para problemas digestivos, acidez, úlceras, estreñimiento, diarrea…Y contiene vitaminas del grupo B beneficiosas para el cansancio, actividad mental, anemia y piel.
Respecto al resto de ingredientes, me gusta utilizar los copos de avena en este caso para ayudar a dar consistencia a la masa, a parte del pan rallado. Como ya os he explicado en otras ocasiones, los copos de avena no faltan en mi despensa por todas sus propiedades beneficiosas. Con las especias, os recomiendo que vayáis jugando y vosotros mismos encontréis las que más os gusten.
Os recomiendo mucho que con este tipo de recetas, lancéis vuestra imaginación al poder! Ya que podéis cambiar la base del cereal y utilizar quinoa, trigo sarraceno, arroz integral…Cambiar las verduras por aquellas que os gusten más e ir variando los ingredientes como os apetezca. Siempre salen ricas!
Ahora sí, allá vamos con la receta. Espero que os encanten!
INGREDIENTES:
-Una taza de mijo pelado
-Un calabacín grande rallado
-Dos cebollas moradas pequeñas
-Un diente de ajo
-Un puñado de copos de avena
-Pipas de calabaza tostadas
-Pan integral rallado
-Sal, pimienta, cúrcuma y perejil picado
ELABORACIÓN:
-Para empezar, cuece el mijo (dos tazas de agua por una de mijo). Cuando empiece a hervir, échalo en la olla y deja hervir durante unos 15-20 minutos. Una vez cocido, reserva y deja enfriar.
-Por otro lado, pica la cebolla y rehoga en la sartén durante unos minutos (hasta que esté blanda), después añade el ajo y rehoga unos minutos más. Ralla el calabacín y rehoga junto con la cebolla, el ajo, la sal y las especias.
-Una vez tienes el rehogado preparado, mezcla en un bol junto con el mijo ya cocido. Salpimienta, añade perejil picado, un puñado de pipas de calabaza tostadas, avena y pan rallado hasta obtener la consistencia deseada. Después, déjalo enfriar en la nevera durante unos 30 minutos.
-Cuando ya tengass la consistencia deseada (no debe pegarse mucho en las manos), haz bolas con las manos y aplasta en forma de hamburguesa. Rehoga en una sartén con aceite durante unos dos minutos por cada lado.
Nota 1: Antes de rehogar las hamburguesas en la sartén, podéis rebozarlas en harina integral, si queréis aportarle un toque más crujiente.
Nota 2: Dejarlo un rato en la nevera ayuda a que la masa adquiera más rápido la consistencia deseada y después, puedas realizar la forma con mayor facilidad.
Nota 3: En lugar de cúrcuma y pimienta puedes utilizar curry, comino en grano, jengibre en polvo, nuez moscada, etc.
BUEN PROVECHO!
Cocina con el Alma 