BIZCOCHO OTOÑAL DE BONIATO Y COCO

Para los amantes de las verduras dulces y para los golosos y golosas que necesitan añadir a su vida un toque de dulce, os traigo un bizcocho de boniato y coco. Tan jugoso y húmedo a la vez que os encantará la textura y el sabor.

Para mí, el otoño es una estación bastante importante para dar paso a cambios emocionales. Es un buen momento para conectar con la intimidad, con tu hogar, con aquellos lugares que te hagan sentirte cálido y seguro. Después de un verano intenso, el otoño te invita al recogimiento, a conectar contigo mismo y observar un poco como nos sentimos en este momento de nuestra vida. Si realmente estamos haciendo aquello que deseamos.

En mi caso, en esta estación del año me encanta escaparme a la montaña y hacer una buena ruta para sentir la naturaleza entre mis manos. Observar por las calles los colores ocres que tienen las hojas, sentir el olor a castañas recién hechas, las primeras lluvias junto con el maravilloso olor a tierra mojada…

Justamente este fin de semana me invitaron a casa de unos amigos a hacer una clase de yoga y meditación, para después disfrutar de una buena merienda en compañía a la que yo llevé este delicioso bizcocho. Y es que ahora me siento más en ese flujo de compartir y disfrutar de un modo más tranquilo, más interior.

Por otra parte, la alimentación siempre tiene que ir acompañada y acorde a cada estación del año. Como os decía, la energía de nuestro cuerpo pide recogerse y es por eso que debemos proporcionarle a nuestro cuerpo calor interior y relajación. Es ideal empezar a cocinar con verduras redondas y de raíz,  verduras que nos aporten un dulce natural ya que nuestras emociones están totalmente vinculadas con la glucosa. De esa manera evitaremos la típica gana de dulce a media tarde y la temida ansiedad puesto que estamos aportando relajación a nuestro cuerpo gracias a ese dulce natural y si lo tomamos por la noche, nos ayudará a entrar en estado de calma.

Me gusta mucho utilizar en mis recetas la calabaza, el boniato y la zanahoria para poder aportar a mis platos ese dulzor que tan bien me hace sentir. Y de ahí, la receta de hoy. Normalmente utilizo la calabaza o la zanahoria para elaborar los bizcochos pero esta vez he querido probar con el boniato, que me chifla muchísimo! Tiene muchas propiedades terapéuticas ya que gracias a su gran aporte en betacarotenos, es muy bueno para la vista. Es de fácil digestión, mejora la memoria, tiene muy pocas grasas y es ideal tanto en recetas dulces como saladas. Su sabor es suave y muy dulce, y cuánto más larga y lenta sea su cocción, mayor será su dulzor.

Yo en este caso he utilizado harina de espelta, destaca sobre todo por su alto contenido en proteínas de alto valor biológico y vitaminas del grupo B. Es mucho más digestiva que el trigo común, tiene un alto contenido en fibra y además tiene un alto contenido en triptófano, un aminoácido que nos ayuda en casos de depresión y decaimiento.

A parte del boniato, he aportado un toque más dulce añadiendo dátiles y pasas. Los dátiles para mi son excelentes por su gran aporte de azúcares completamente naturales, son súper energéticos, y tienen un alto contenido en fibra. Las pasas también aportan mucha energía, contienen antioxidantes naturales y ayudan a regular nuestro tránsito intestinal. De esa manera, podemos evitar añadirle otro tipo de azúcar no tan saludable a las elaboraciones dulces.

Para darle un toque crujiente suelo añadir siempre frutos secos a mis bizcochos, en este caso las nueces. Por su gran contenido en grasas saludables omega-3, antioxidantes e importante aporte de calcio. Además aportan mucha energía.

Espero que elaboréis la receta y me contéis que tal os ha salido. En mi caso, gustó mucho  y sorprendió su sabor dulce y su exquisita textura. Vamos allá con la receta!

INGREDIENTES:

-Tres tazas de harina de espelta

-Tres tazas de boniato rallado

-Una taza de leche de coco

-Una taza de aceite de oliva suave (de calidad)

-Media taza de coco rallado

-Una taza de dátiles y pasas

-Una taza de nueces troceadas

-Dos cucharaditas de canela y una cucharadita de nuez moscada

PREPARACIÓN:

-Para empezar separa por un lado los ingredientes secos y por otro lado los ingredientes húmedos.

-Ralla el boniato con la parte pequeña del rallador y resérvalo. Pon en un bol la leche de coco, los dátiles y las pasas para batir todo junto con el aceite echándolo al bol poco a poco. Cuando ya lo tengas todo batido, añade el boniato rallado y mézclalo todo junto.

-En otro bol tamiza la harina, añade la canela junto con la nuez moscada y las nueces troceadas.

-Una vez tenemos los dos boles listos, vertemos la mezcla de ingredientes secos a la mezcla de ingredientes húmedos. Remueve para mezclar poco a poco y obtener una masa homogénea.

-Para finalizar, vierte la mezcla en un molde de hornear y añade por encima copos de avena o algún fruto seco picado para decorar. Introduce en el horno, previamente precalentado, a 180º durante unos 40 minutos. Finalizado este tiempo, introduce un cuchillo para comprobar si está listo, el cuchillo tiene que salir limpio.

–Nota 1: puedes sustituir la leche de coco por leche de avena, arroz, avellanas, almendras…

–Nota 2: el boniato en lugar de rallarlo puedes asarlo primero en el horno para dar un sabor todavía más dulce al bizcocho.

–Nota 3: puedes sustituir las nueces por almendras, avellanas, anacardos crudos…

BUEN PROVECHO!